LA TRANSCRIPCIÓN DE FUENTES DOCUMENTALES: DEBATE
Última actualización: 21 de diciembre de 2017.
Dedicamos una entrada en este blog sobre la forma de indización aplicada en diferentes obras publicadas. Ahora queremos empezar otra sobre debates historiográficos relacionados a la publicación de fuentes manuscritas.
Pierre Duviols. Procesos y visitas de Idolatrías. Cajatambo, siglo XVII (Lima, PUCP-IFEA. 2003, 882 págs.)
Las siguientes reseñas ayudan a conocer esta obra y el proceso de transcripción: la de Juan Carlos García y José Carlos de la Puente Luna.
Esta publicación es una nueva edición de la publicada en 1986, cuyo aporte fue ofrecer a los interesados "tomar contacto directo con los entonces misteriosos procesos de idolatrías", como señala García. A pesar de ello, sólo se incluyó "trozos de la documentación", pero que pasó suscitó mayor inconveniente "pues no contábamos con otra cosa", continúa el comentarista. La nueva edición, a decir de García, "repite el mismo error": "Tras un necesario retoque paleográfico, los documentos han vuelto a ser publicados de manera fragmentaria. ¿De qué nos puede servir, pues, esta antología de trozos de papeles, pedazos inconexos de una realidad compleja? De poco, o mejor decir, de nada."
García reflexiona sobre los problemas de interpretación que pueden suscitarse disponer de sólo una parte reducida de la fuente. Copiamos a letra: "Sin embargo, la publicación parcial de procesos judiciales en los que es tan importante conocer el curso de las acusaciones, recusaciones e incidencias, los personajes y los contextos, convertía al libro en una colección de anécdotas con tinte etnográfico. A gusto del autor o el lector interesado en las supervivencias de las creencias prehispánicas. O en las supuestas tropelías y abusos de los funcionarios eclesiásticos. Ni que decir que esto suscitó la posibilidad de la banalización, tal como usaba esa palabra Julio Caro Baroja: dar respuestas fáciles a problemas complejos."
De la Puente Luna, por su parte, precisa que la nueva edición de la obra de Duviols no incluye todos los textos transcritos que aparecieron en la edición primigenia. Además, señala las inconveniencias que puede suscitar que ciertas convenciones en la transcripción no han sido correctamente aclaradas. Así, en concreto, sobre el uso de los puntos suspensivos en corchetes "[...]", frecuentes en ambas ediciones, es incierto "si se trata de secciones ilegibles, de fragmentos actualmente perdidos o de simples abreviaciones de los manuscritos originales" (De la Puente Luna 2005: 191-192).
La edición de 2003 contó con dos personas en la labor de transcripción: Laura Gutiérrez y Luis Andrade.
Postura de John Rowe
El investigador estadounidense tenía una opinión especial al momento de la transcripción de nombres indígenas durante el periodo virreinal. Él considera que en algunas ediciones de crónicas del siglo XX "el editor ha modificado la ortografía original, haciéndola conformar a la de Garcilaso, con la convicción equivocada que las formas usadas por Garcilaso son más «correctas»". En ese sentido menciona la edición de Marcos Jiménez de la Espada de la Crónica del Perú de Cieza de León. Otro ejemplo es el siguiente: "En la malograda edición de la misma crónica dirigida por el erudito peruano Manuel González de la Rosa, se lee, como en el manuscrito y en la primera parte. «Topa»" (Rowe, "El movimiento nacional inca del siglo XVIII", Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003: 367).En otra oportunidad, Rowe ("Genealogía y rebelión en el siglo XVIII", Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003: 379) comentó que "el resumen de esta declaración [de Túpac Amaru tras su captura] hecho por Vicente José García que anda publicado da una versión tergiversada del original" (resaltado nuestro). En esa cita se esta refiriendo a la edición de Villanueva Urteaga disponible en "La familia del cacique Tupac Amaru" (publicado en Letras, n. 36, 1947, págs. 44-89). Aquí podemos ver las opiniones sobre diferentes transcripciones y sus problemas hermeneúticos.
Esta opinión era, en realidad, generalizada a las fuentes publicadas sobre el pasado cusqueño. Así, menciona: "En el caso del Cuzco, uno de los grandes problemas es que los documentos se hayan publicado solamente en ediciones pobres, aún cuando se han publicado en alguna forma" (Rowe, "Una relación de los adoratorios del antiguo Cuzco", Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003: 181).
En otra ocasión, sobre la publicación de unas ediciones de fuentes señala: "En estos tres casos los textos publicados están tan plagados de errores y enmiendas de poco criterio que conducen a interpretaciones equivocadas [...]" (Rowe, "Los orígenes del culto al creador entre los incas", Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003: 160).
Por estos motivos, Rowe solía preferir la consulta del manuscrito directo. Por ejemplo, en una oportunidad señaló: "Se han tomado los textos de Cabello y Murúa directamente de los manuscritos originales, no de las ediciones publicadas". Para el caso de la crónica de Sarmiento de Gamboa, precisó: "No tengo acceso al manuscrito de Sarmiento de Gamboa, pero sigo la primera edición" (John Rowe, "Probanza de los incas nietos de conquistadores", en John Rowe, Los Incas del Cuzco, Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003, pág. 90).
La crítica de fuentes característica de Rowe no solo se extendía a las fuentes manuscritas, sino a las inscripciones en pinturas virreinales. Comenta, en ese sentido, el caso de la copia hecha por Urteaga y Romero (1916), por Rómulo Cúneo-Vidal (1925) y por Imbelloni (1946) de una litografía realizada por Castelanu de un lienzo del siglo XVIII. En la versión de Castelanu, Rowe detectó que "la inscripción del óvalo del ángulo inferior de la derecha ha sido totalmente omitida y la inscripción tiene la siguiente leyenda [diferente a la original]". Eso lo lleva a afirmar: "Tales errores constituyen el castigo de los que copian sin criticar sus fuentes" (John Rowe, "Retratos coloniales de los incas nobles", en John Rowe, Los Incas del Cuzco, Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003, pág. 289).
En su crítica, los trabajos a los que Rowe hace referencia son Historia de las guerras de los últimos Incas peruanos contra el poder español (1535-1572) de Rómulo Cúneo-Vidal, de 1925; y Pachacuti IX (El incario crítico) de José Imbelloni, de 1946.
En 1955, Rowe se alegraba por el descubrimiento de nuevos documentos útiles para la etnohistoria. Así señalaba: "Uno de los acontecimientos históricos más importantes de nuestros días ha sido el descubrimiento de algunos documentos coloniales referentes a las comunidades de indios, revelando la existencia de un aspecto de la vida colonial, antes completamente desconocido y apenas siquiera sospechado" (John Rowe, "El movimiento nacional inca del siglo XVIII", en John Rowe, Los Incas del Cuzco, Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003, pág. 345).
Fuentes consultadas
- De la Puente Luna, José Carlos. Reseña. En: Histórica, vol. 29, n.° 1. 2005.
- García, Juan Carlos. "Idolatrías y papeles de Cajatambo, siglo XVII", 28 de octubre de 2011. En: Idolátrica [Blog]. Disponible en: http://www.idolatrica.com/idolatrias-en-cajatambo/#nota4. Acceso: 10 de octubre de 2015.
- Rowe, John. "El movimiento nacional inca del siglo XVIII". En: Rowe, John, Los Incas del Cuzco. Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003.
- Rowe, John. "Genealogía y rebelión en el siglo XVIII". En: Rowe, John, Los Incas del Cuzco. Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003.
- Rowe, John. "Los orígenes del culto al creador entre los incas". En: Rowe, John, Los Incas del Cuzco. Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003.
- Rowe, John. "Retratos coloniales de los incas nobles". En: Rowe, John, Los Incas del Cuzco. Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003.
- Rowe, John. "Una relación de los adoratorios del antiguo Cuzco". En: Rowe, John, Los Incas del Cuzco. Cusco: Instituto Nacional de Cultura, 2003.
Entrada n° 117.
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